El planificar con consciencia es una herramienta poderosa para poder cumplir metas a corto, mediano y largo plazo. Dentro de la gestión del tiempo no sólo se deben de ver actividades productivas sino de esparcimiento y tiempo de calidad con uno mismo, con la familia y con el entorno. Así al terminar el día se terminará con una sensación de logro y no de pesadez de que no se cumplieron expectativas.
También, si en algún momento no se ha podido cumplir con alguna actividad del cronograma, es mejor buscar soluciones como reajustes al plan o delegación de responsabilidades para poder cumplirlo, pues el retrasar tareas sólo hace que el trabajo se vuelva más pesado y se termine sin supervisar el proyecto.
No sólo hay que planear, sino hacer cumplir el proyecto en cada etapa, supervisando constantemente el status de cada avance para que haya valido la pena el tiempo invertido en la planeación.