Viví engañado durante mucho tiempo pensando que el tiempo era un recurso que podría administrar econtrando maneras de meter más actividades en mi agenda, no obstante; recientemente entendí que no se trata de administrar el tiempo sino nuestras prioridades y mucho de nuestro verdadero éxito estará en función de que dediquemos esas 24 horas a lo necesario (salud, relaciones) y lo importante (lo que en verdad valoramos). Lo que pasa es que muchas veces no aceptamos la realidad de que no podemos con todo, y tenemos que decidir y lo mismo sucede en una empresa.