“La sensibilidad hacia la Responsabilidad Social y el cumplimiento de estándares éticos, normativos y legales son factores clave para garantizar la fiabilidad y proyección tanto de personas como de organizaciones. Sin embargo, me preocupa que, a pesar de que muchas de estas prácticas están normadas por la ley, innumerables empresas todavía actúan de manera no ética. Esto nos lleva a reflexionar: ¿cómo sería nuestra realidad si no existieran estas regulaciones? Es evidente que, aunque la legislación ayuda a establecer un marco mínimo, la verdadera ética empresarial debe nacer de una convicción interna y no solo de cumplir con la norma. Ahí es donde radica el reto para lograr un impacto positivo y sostenible.”