la sensibilidad hacia la Responsabilidad Social y el cumplimiento de estándares éticos, normativos y legales en la fiabilidad y proyección tanto de individuos como de organizaciones. Este enfoque es fundamental, ya que la adhesión a estos principios no solo asegura que las acciones y decisiones sean justas y transparentes, sino que también contribuye a la reputación y credibilidad de quienes las adoptan.
El impacto en el éxito y la trascendencia de un proyecto es significativo: un compromiso sólido con la ética y la normativa puede facilitar relaciones de confianza con clientes, socios y la comunidad en general, mejorando así las posibilidades de éxito a largo plazo. Además, en un entorno cada vez más consciente de la ética y la responsabilidad social, cumplir con estos estándares puede ser un diferenciador clave que impulse la sostenibilidad y el reconocimiento positivo de proyectos y organizaciones.